Como no hay nada más precioso que el tiempo, no hay mayor generosidad que perderlo sin tenerlo en cuenta

Cuando nos damos cuenta, cuantos días, meses y años han pasado de todas las cosas que queríamos hacer y que nunca hicimos.

Cuánto tiempo le dedicamos a discusiones y enfados absurdos, cuánto tiempo le dedicamos a trabajos que no nos gustan, cuánto tiempo le dedicamos a otras personas en vez de a nosotros mismos, cuánto tiempo le dedicamos a la tele, el móvil, el ordenador... en vez de a las personas que nos importan, cuánto tiempo le dedicamos a soñar y no a realizar esos sueños....

Es hora de actuar, de levantarse y aprovechar el tiempo. El tiempo no se recupera, simplemente pasa. ¿Quieres seguir sentado viendo como simplemente pasa o prefieres fluir con el y aprovechar cada instante de tu vida?