Normalmente tendemos a echar la culpa de las cosas malas que nos pasan a otras personas o incluso a Dios, tendemos a dejar que otros manejen nuestra vida por miedo y luego le echamos la culpa a ellos de no haber hecho lo que realmente queríamos.
Algo que solemos hacer muy a menudo y que nos juega malas pasadas es que vemos cosas donde no las hay, creemos que están pasando cosas cuando realmente no es así.
Esta frase nos viene a decir que somos dueños de nuestra vida y que nuestra actitud hacia ella es lo que realmente vale y que tenemos que guiarnos por nosotros mismos, cambiar la manera de ver las cosas que hay en el mundo, las cosas que tenemos, un cambio de actitud puede hacer que pasemos de la tristeza a la felicidad.
No es tarea fácil, cambiar algo que llevamos haciendo toda la vida es muy difícil, pero os animo a que lo intentéis y seáis un poco más felices.
Yo lo estoy intentando y aunque es inevitable tener días malos y echar la culpa a la vida de lo que nos pasa, se vive mucho mejor cuando cambias la manera de ver la vida y tienes más valor.
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