miércoles, 15 de octubre de 2014

Como nada es más hermoso que conocer la verdad, nada es más vergonzoso que aprobar la mentira y tomarla por verdad


Todos queremos saber la verdad, pero todos mentimos y al final acabamos aceptando consciente o inconscientemente mentiras. 

Siempre hay que decir la verdad, yo he mentido mucho a lo largo de mi vida, y de lo único que me ha servido ha sido para ocultarme, ahora digo la verdad y estoy más tranquila conmigo misma.

Al igual que hay que decir la verdad, también hay muchas maneras de decirla sin ofender, eso es algo que tenemos que tener en cuenta.

La verdad en muchas ocasiones duele, pero si se dicen las cosas desde el corazón, con buena voluntad y de buena manera, duele menos.

Las mentiras aunque hagan que seamos más felices, siguen siendo mentiras y viviríamos felizmente engañados y no es justo, se puede ser feliz a través de la verdad.

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